
Producto gourmet por excelencia, una auténtica exquisitez
Por su gran calidad son ideales para tomar solas y disfrutar de su intenso sabor. El proceso de producción de la anchoa del Cantábrico, es un trabajo artesanal, manual y muy meticuloso.
Durante (más de 12 meses de maduración reposando en bodega) se produce una pérdida de agua y grasa en la carne de la anchoa, incorporándose la sal en su lugar, lo que favorece una serie de transformaciones que hacen que el pescado cure naturalmente y adquiera características propias de las anchoas del Cantábrico: textura flexible y firme. No están acartonadas o tiesas. Su color va del marrón rojizo a un color claro caramelizado y los aromas y sabores del aceite, la sal y el pescado están equilibrado
La anchoa es una semiconserva, por lo que se debe conservar siempre en frio a una temperatura entre 3º y 12ºC.
Para su consumo óptimo, servir a temperatura entre 14º y 16ºC, simplemente que diluya el aceite.